Vamos a reducir los Costos
sábado, 22 de agosto de 2015
Vamos a reducir los Costos
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Una de los temas mas manidos de las gerencias en la actualidad es la consabida: ¡vamos a reducir los costos!
Muy bien, perfecto, vamos a reducir los costos ¿pero, a qué costo?
Probablemente la respuesta sea que reducen los costos porque se declaran incapaces de subir los ingresos. Y no es que no aplique una reducción de costos. Cuando usted siente que en su negocio se desperdician o se mal utilizan recursos, es hora de sentarse a analizar como reducir los costos. Pero es terrible esa gerencia norteamericana, que se repite recurrentemente, de grandes empresas que efectúan brutales restructuraciones y terminan poniendo de paticas en la calle gran parte del personal. Es una gerencia reactiva, revulsiva, agonizante. No logra mejorar las ventas y paga con los trabajadores su propia incapacidad.
Reducir costos porque se va reduciendo la utilidad, e inclusive amenazando con pérdida, cuando usted está consciente, plenamente consciente que ya su estructura no soporta una reducción más, es un expediente más peligroso que mono con ametralladora. Porque como la estructura simplemente no soporta más, las futuras reducciones tendrán que ser hechas a costa del valor que usted entrega a sus clientes, en sus productos o servicios.
Mas brutal y lo he visto con asombro, es cuando un negocio boyante, que anda muy bien en cuanto a generación de utilidad se refiere, cae en esas manías miserables de sus dueños de ahorrar, pichirremente (pichirre es tacaño), en cuanto valor puede entregarse al cliente. Gastas una suma generosa y el dueño tiene el tupé de negarte una bolsa o pretende cobrarla aparte. Estas personas no saben el terrible daño que se inflingen y le infligen a la estructura de su negocio.
Porque hay un balance para todo. El mejor negocio es aquel que entrega el mayor valor posible a sus clientes por lo que paga y al mismo tiempo optimiza la generación de utilidades. La mezquindad como modo de hacer negocios no es una costumbre recomendable. No destruya el valor de su negocio, el valor que el cliente recibe cuando hace negocios con usted, para ahorrarse cuatro centavos que finalmente no se ahorrará, sino que perderá cuando el cliente busque otra alternativa que le ofrezca más valor por su dinero.
Si usted tiene el ojo puesto siempre en su P&L (vea Explorando su P&L (Ganancias y Pérdidas)), no tiene que esperar observar una reducción de la utilidad preocupante para comenzar, como loco, a caerle a martillazos a la estructura de su negocio buscando reducir costos. Porque al final le saldrá más costoso el remedio que la enfermedad. Analice la situación con cabeza fría y busque las razones estructurales de la caída de la utilidad generada.
En todo caso estando plenamente consciente que una reducción de costos, otra más, no es factible porque la estructura ya no lo soporta, trate de buscar soluciones alternativas mejorando el valor de su producto o servicio con el objetivo de subirle el precio, en el post La Competencia es hacia Arriba tocamos en más detalle este tema, o trate de subir las ventas invirtiendo un poco en publicidad o realizando actividades que tengan como objetivo incrementar las ventas. Es cuestión de sentarse y dejar volar la imaginación. Reflexionar da resultados. Siempre hay un conejo en el sombrero. Es cuestión de no resignarse a la mediocridad y a la falta de innovación.
Y recuerde: trabajador o empleado maltratado, maltrata al cliente. O maltrata el producto o servicio que está entregando. Condiciones de trabajo impropias se regresan contra el negocio en forma de reducción del valor que se entrega al cliente. Y los clientes lo sienten rápido, inmediatamente se dan cuenta. Maquinaria, equipo o vehículo en mal estado le echará una broma en el momento menos esperado. He visto perderse una corrida completa de producción en una fábrica por el mal estado de la maquinaria y los equipos. Y por supuesto, por no llevar un control paso a paso de calidad (TQM). Como hacen los japoneses. Pero eso es tema de otro artículo.
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Se le saluda cordialmente,
Leonardo Balliache
Director-Gerente de OpalSoft, c.a.
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